CAPÍTULO 69. De la peor certeza a la peor consecuencia

Y aunque a Maggie le dolía cada segundo lejos de su hija, entendía que primero tenía que recuperarse, que tenía que quedarse en aquel hospital hasta que toda la situación se resolviera.

—Prométeme que me vas a seguir cuidando aunque no esté hospitalizada —le dijo una noche, medio dormida, mientras Jackson la acariciaba despacio.

Habían tenido que subirle la morfina porque estaba demasiado incómoda, y el hospital entero estaba en pie de alerta, porque si a la esposa del dueño llegaba a pasarle algo, alguien pagaría con su carrera y quizás más.

—Maggie —contestó él con una sonrisa mientras le acariciaba el cabello—. Voy a cuidarte el resto de mi vida, sin importar que lleguemos a los cien.

—¿Setenta años más aguantándote? —se burló ella—. ¿Qué le he hecho yo a este mundo cruel?

Jackson dejó en sus labios un beso coqueto y le pidió a la enfermera que le ajustara la medicación para que pudiera dormir.

Esa madrugada, Jackson se había q