CAPÍTULO 67. Del amor a la rabia
CAPÍTULO 67. Del amor a la rabia
Maggie tenía a Joy dormida en brazos, y aunque el cuerpo le dolía y el cansancio la tenía al borde de la rendición, no podía dejar de mirarla. La bebé tenía los puñitos cerrados y la boquita apenas entreabierta, respirando con un ritmo sereno, como si nada malo hubiera pasado jamás.
—¿Y la operación? —preguntó Maggie sin despegar la vista de su hija—. ¿Salió todo bien?
Jackson, que estaba sentado a su lado en la silla, con una mano sobre la suya, asintió despacio, aunque si era honesto, le costaba un poco responder.
—Fue dura —dijo, con esa voz que usaba cuando trataba de sonar tranquilo pero por dentro estaba reviviéndolo todo—. Muy dura. Por un momento… pensé que la perdíamos.
Maggie lo miró con el alma en un hilo.
—¿Cómo…? —susurró y él se apresuró a explicarse, con la culpa pesándole en la cara.
—Hubo una complicación justo antes de cerrar. Su corazoncito se detuvo por algunos segundos. El quirófano se volvió un caos, y... —hizo una pausa, respiró