CAPÍTULO 31. De un enfrentamiento a una resolución
CAPÍTULO 31. De un enfrentamiento a una resolución
Maggie estaba a punto de darse la vuelta. En serio lo pensó: salir de ahí, cruzar el pasillo como si no hubiera escuchado nada, como si no hubiera sentido ese vacío incómodo en el estómago. Pero entonces, la voz de Jackson la detuvo; firme, directa, casi brutal, y no precisamente con ella.
—Brenda, si yo hubiera querido tener un hijo contigo, lo habría hecho en los diez años que estuvimos juntos —escupió y Maggie abrió los ojos porque había olvidado que ese condenado podía ser cruel cuando quería… o quizás implemente él nunca había dejado salir esa crueldad con ella por más rivales que fueran—. De hecho. ¿Sabes qué no entiendo? Cómo es que hace diez años no te embarazaste, si esa noche no usamos protección. Con lo desesperada que estaban con amarrarme, no sé cómo no se te ocurrió la idea.
Maggie se quedó paralizada junto a la puerta. El aire de pronto pesaba, pero ella estaba más impactada que mosquito contra parabrisas.
—¿Qué estás i