CAPÍTULO 18. De la justificación al golpe de realidad
CAPÍTULO 18. De la justificación al golpe de realidad
El hospital parecía tener una velocidad especial cuando se trataba de obedecer a su duelo; así que apenas llegaron al Wyndham Medical de Manchester, Maggie fue ingresada de inmediato.
Jackson por supuesto que estaba sin sombra mientras empezaban a hacerle los estudios, y no hubo forma de que los demás doctores lo sacaran del “caso”.
—¡Que no tengo nada! ¡Estás haciendo una tormenta en un vaso de agua! —gruñó Maggie, que por suerte o por desgracia tenía genes de todo menos de víctima.
—¡Estás embarazada, tenemos que revisarte! —gruñó Jackson.
—¡Otro puede hacerlo, no quiero que me estés tocando después de todo lo que pasó!
Jackson dio cuatro gritos y todo el mundo se apresuró a salir de aquel cuarto como si el diablo hubiera aparecido con el tridente y desde luego que por la expresión de Jackson, exactamente eso parecía: el diablo.
—¡Esto es tu culpa! —murmuró Jackson entre dientes, aunque más parecía un intento de convencerse a sí