Constanza
Embarazada. Yo, embarazada.
A pesar de que esa era mi meta, saber que tengo vida dentro de mí es algo que no puedo creer y tengo que pedirle varias veces al médico que me explique cómo pudo suceder.
—Mi amor, es un hecho —me dice Damon—. ¿No estás feliz?
—No, la verdad es que estoy preocupada —admito—. ¿Y si algo de lo que comí le hizo daño? ¿Y si la inyección lo afectó? Según ese análisis, puede que tenga más de cuatro semanas.
—Tranquila, mi amor, estoy seguro de que nada de eso le hizo daño a nuestro bebé —me asegura, acariciando mi vientre—. Lo único que podría afectarlo es que te alteres.
—Quisiera no alterarme, pero prefiero asegurarme de que todo está bien antes de que les digamos que…
—Demasiado tarde, señora Davenport —dice Lucy, entrando a la habitación con Ferney y Carl detrás—. Obligué al doctor a que me dijera la verdad. Ya sé que estás esperando a mi bisnieto.
Después del abrazo tan cariñoso que me da, mis suegros y ella se deshacen en felicitaciones hacia nosot