"Manuela"
Desde que Flávio salió de mi apartamento el sábado, solo pude hacer lo que me dijo. Solo me preguntaba si estaba lista para estar con un hombre como él. Era demasiado guapo y demasiado intenso, y yo era joven y virgen.
No lo vi en la oficina el día que estuvo allí y me vio. Debí de estar demasiado distraída como para no verlo. Pero no lo vi. Lo vi más tarde, en el concesionario, y no tenía ni idea de quién era, pero salí de allí suspirando por él, pensando que un hombre tan guapo nunca me miraría. Esa noche, soñé con él. Cuando lo volví a ver en la boda, fue un shock. Pensé que me despreciaría, pero era amable, cariñoso y atento. Sentí que había una conexión entre nosotros.
Después, cuando me besó, fue como si siempre lo hubiera estado esperando. Me hizo sentir cosas que nunca antes había sentido, incluso antes de besarme. Cuando me tomaba de la mano en la fiesta, o cuando me decía algo al oído, sentía un cosquilleo, una picazón, un deseo de más, no sé qué.
Y entonces me bes