"Heitor"
Regresé a la oficina y envié a Enzo al centro comercial con mi tarjeta para que comprara todo lo que necesitaba y un regalito para mi sobrina. Me arrepentiría de haberle dado mi tarjeta más tarde, pero necesitaba la ayuda del chico.
A las cuatro y media, le dije a Melissa que tenía un dolor de cabeza terrible y le rogué que me dejara ir a casa, y a regañadientes, lo hizo. Es curioso que yo, la dueña de la empresa, le pidiera permiso para irme temprano, pero no quería molestarla.
Bajé corriendo las escaleras, y Enzo ya me estaba esperando con el chófer en la entrada del edificio. Íbamos a recoger a Clarinha del ballet. Cuando salió del estudio de danza, me miró con recelo.
"¡Tío, no te voy a hacer nada! ¡Enzo siempre se mete en líos por tu culpa!", dijo la chica antes de saludarme. ¿Qué les pasa a estos chicos últimamente? "¡Clarinha, mi tío te echa mucho de menos!", dije suavemente, dándole un beso. "Y oí que cierta niña quería una tableta nueva, una tableta de diez pulgadas