"Nicole"
Lo había arreglado todo tan bien con Rômulo; era un plan perfecto. Él desaparecería con Samantha, y yo tendría tiempo para seducir y conquistar a mi mina de oro, Heitor.
Quedé con esa pesada de Perla en un centro comercial remoto, para no correr el riesgo de que se encontrara con algún conocido. Fingí no tener coche y que el centro comercial estaba cerca de casa, y la muy idiota la creyó y vino a buscarme para no tener que gastar dinero en taxi ni autobús.
En cuanto llegó, le pedí prestado su móvil para llamar a "mi papi", diciendo que el mío estaba muerto. Ella, muy amable, me prestó su teléfono desbloqueado. Llamé a Rômulo con cuidado y, tras terminar la llamada, le devolví el teléfono. Lo dejó sobre la mesa y se giró para llamar al camarero. Fue más fácil de lo que pensaba; ni siquiera tuve que robarle la bolsa entera. Uno de los soldados de mi hermano ya estaba cerca para ayudarnos. Pasó y agarró el teléfono sin que ella se diera cuenta, llevándoselo a un conocido que des