Esa mañana despierta muy temprano, a pesar de todo el cansancio
y dolor que aún siente en el cuerpo, por más que lo intenta no puededormir más. Miles de preguntas revolotean como mariposas por su mente,manteniéndola despierta y llena de intriga. Necesita saber qué está pasandoy sobre todo por qué Jenkins traicionó a Alana. Después de ducharse ycambiarse con rapidez, sale en busca de algo para comer. Sin duda lo quemás extrañará de aquel lugar es la comida, acá la reciben en el comedor conun plato de avena frío y dos raciones de pan caliente. Se sienta en una mesay al poco rato Amy la alcanza con su correspondiente tazón de avena.—¿Has sabido algo de tus amores? —le pregunta con una sonrisamaliciosa en el rostro.—Muy chistosa y no, no los he visto —responde llevándose otra