Los músculos de la mandíbula de Jenkins se tensionan de la fuerza que
hace para evitar girarse, jalar del brazo a Catarina y reclamarle. Jamáspasó por su cabeza que llegaría a estar tan celoso nuevamente, no despuésde Julia. Es cierto que no son nada, pero no puede dejar de pensar queOwen prácticamente se abalanzó sobre ella apenas pudo. Ese sería otrosaldo a cobrar. Ahora, tiene que poner su atención en la misión, despuéslidiaría con sus emociones y Catarina.Entran los demás encabezados por el pelirrojo, quien descaradamentele guiña un ojo a Catarina. La chica puede sentir cómo sus mejillasse encienden y se concentra en mantener los ojos al frente. A sulado, Amy le da pequeños codazos en las costillas. Alana, con unmovimiento de su elegante mano, enciende las pantallas a la vez queseñala