Mundo ficciónIniciar sesiónValentín se quedó quieto, observando cómo los lobos se movían a su alrededor, ignorando su presencia por primera vez. Mi primo. Era normal que no pudiera aceptar que yo formaba parte de aquello y si él quería tener algo conmigo, tendría que aceptar que a través del lazo de sangre que nos unía, él también formaba parte de la manada. De alguna forma.
—Suerte que el resto de la familia está muerta —afirmó finalmente Valentín, con gesto cansado—. Esto es una aberración.
—Ya sabes el camino de vuelta —le informó Jan mientras bostezaba y me cogía de la cintura, para sentarse de nuevo en la silla, conmigo en su regazo. Valentín se acercó a nosotros y miró los planos sobre la mesa, con expresión curiosa. Se sentó en la silla que había ocupado antes Ned, con expresión tranquila. Casi







