Mundo ficciónIniciar sesiónLas habladurías estaban en lo cierto.
El sexo con un cambiante no tenía nada que ver con hacerlo con un humano. Eran mucho más todo. Más dotados. Más salvajes. Más apasionados. Sonreí, sonrojándome, al ver que me estaba estudiando. Solo esperaba que no pudiera saber que estaba pensando en cómo se había sentido tenerle en mi interior. Haciéndome el amor. Porque no solo había sido sexo. Había un algo más. Que se sentía. De alguna forma. Bajo la piel. En mis huesos.
Se metió en el pequeño remanso de agua en el que caía el último salto de agua bajo mi atenta mirada, hasta que quedó cubierto por completo. Una pena, porque su cuerpo era digno de ser contemplado.
—No prometo nada —le advertí acercándome al agua. Sus ojos siguieron cada uno de mis movimientos. Conseguí entrar en aquel remanso de agua







