"La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella." -Oscar Wilde Faith es una mujer liberal en busca de una aventura, cuando empieza a trabajar como secretaria de un importante político del país se ve envuelta en la tentación por su nuevo jefe, un hombre serio, arrogante, un tanto ególatra y sobre todo muy atractivo. Los coqueteos y miradas lascivas que se comienzan a dedicar será el detonante que iniciará una aventura apasionada, lujuriosa y llena de riesgos.
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El bullicio de la ciudad poco a poco fue mermando y las primeras casas de la residencial donde vivía fueron apareciendo. Había sido un día muy cansado y lo único que deseaba era llegar a casa, darme un relajante baño en la tina, mientras escuchaba The Weeknd con una copa de vino en mi mano.Bajé del auto y me adentré a la casa, lo primero que hice fue quitarme los tacones y caminar escaleras arriba con ellos en mano, al abrir la puerta de la habitación me llegó la frustración al no tener a mi novio cerca, no lo veía desde hacía tres meses y las llamadas no me parecían suficientes. Necesita tenerlo a mi lado, no a Dios sabe cuántos kilómetros de mi.Me deshice del vestido azul que traía puesto, así como también de la ropa interior, preparé la bañara y todo lo que había imaginado en mi mente para este momento. Un leve jadeo salió de mi boca en cuanto entré en contacto con el agua, cerré mis ojos y dejé descansar mi cabeza hacia atrás.Quería olvidar el día de m****a que había tenido, me corrieron del trabajo por un mal entendido con la esposa de mi jefe, una mujer celópata que me hizo la vida imposible inventándose cuanta historia se le cruzara por la cabeza y por sus inseguridades ahora estaba desempleada, llena de deudas y con referencias por los suelos. Me sería difícil encontrar un buen trabajo, y no lo haría al menos no sin influencias.Pensé en mi padre al instante pero lo descarté de inmediato, prefería mantenerme alejada de mi problemática familia y arreglármelas por mi cuenta. No quería escucharlos decir lo mismo de siempre y sus insistencias para que vuelva a trabajar con ellos.Sacudí mi cabeza alejando todos los recuerdos que no hacían más que enfurecerme, decidí salir de la bañera para volver a mi habitación, mi móvil se encendió anunciando una llamada, me apresuré a contestarla cuando miré que era Aiden, mi novio.—¡Hola, cariño! —contesté con efusividad—Hola, ¿qué tal tu día? —se le escuchaba desmotivado, lo que me preocupó y me hizo desear más estar a su lado.—Fatal, me despidieron del trabajo por la perra de Alexis —de solo recordarlo mis orejas se calentaron por el enojo y las ganas de volver a arrastrar del cabello a esa m*****a mujer.—¿Qué hizo esta vez?—Me encontró conversando de cerca con el señor Marshall y como de costumbre se hizo mil ideas en la cabeza, me lanzó una taza de café encima y me jaloneó hasta el centro de los cubículos donde se encontraban todos mis compañeros de trabajo, me insultó utilizando palabras como «zorra» «perra» , también mencionó el escándalo que me persigue desde hace años, me desprestigió y no tenía derecho, no cuando nadie sabe cómo fue el puto problema.—¿Qué hiciste, bebé?—La tomé de sus extensiones y la arrastre por todo el piso, le arañé él rostro y también golpee su estómago con mi zapato. El señor Marshall se enojó conmigo y me despidió, dijo que no presentaría cargos porque su esposa no debió comenzar pero que tampoco debí golpearla.—¿Al menos te dieron un finiquito?—Si, pero esa mujer me aseguró que usaría todas sus influencias para que no consiguieran ningún puesto importante. Y le creo, m*****a sea que le creo. No sé qué voy a hacer, aún no termino de pagar la casa y... —tenía tantas ganas de llorar, pasé mi mano por el rostro evidentemente frustrada.—Tranquila, puedo ayudarte, sólo tienes que decírmelo.—No, no te preocupes, me las arreglaré para encontrar un trabajo a más tardar la próxima semana.—Como quieras—Y tú, ¿cómo estás?—Bien, acabo de salir del set de grabación, nos han dando una semana de descansoMi rostro se iluminó esperanzada, por lo que solté un pequeño grito de emoción.—¡Oh, mi amor! Esa es una excelente noticia, te estaré esperando con tu platillo favorito —solté una risita pícara —o sea yo.—Si, en unos días estaré ahí —hizo una pausa —tengo que colgar, te llamo luego.Y sin dejarme responder cortó la llamada, me aparte el móvil de la oreja dejándolo sobre la cama sintiéndome feliz por la noticia. Después de tantas semanas al fin lo tendría para mi.Aidan era un actor de cine que conocí hace tres años por una amiga en común, a los tres meses nos hicimos novios y desde entonces estamos juntos. Era un poco difícil sobrellevar la relación cuando la distancia se interponía entre nosotros, el largo tiempo que pasaba fuera me hacía entrar en desesperación, muchas veces estuve a nada de terminarlo, pues los constantes rumores que lo relacionaban con otras estrellas e incluso cantantes y modelos, lo hacían demasiado difícil, los celos me cegaban y más cuando mi relación con él no era pública, y que para todos Aidan Wells estaba soltero.Ese había sido tema de discusión durante el último año, él se negaba y en parte lo entendía, al hacer público lo nuestro perdería por completo mi privacidad y mi vida como un mundano cualquiera. Y por eso desistía, pero el no verlo era algo que aún no aprendía a manejar, ahora mismo se encontraba en Londres filmando una película.Me acosté a dormir con la esperanza de que el sueño disolviera todos mis problemas, no se hasta qué hora lo hice, sólo sé que desperté ante el constante llamado del timbre de la puerta principal. Aun somnolienta abrí dándole paso a la única amiga que tenía, Rebeca Baker.—¡Hola! —entró con una bolsa perdiéndose en la cocina, cerré la puerta y la seguí, estaba sacando comida de la bolsa, la reparé de arriba abajo analizándola. Estaba algo extraña—¿De qué me perdí? —inquirí recostándome sobre el marco de la puerta, se volteó a mi y negó con la cabeza, alcé las cejas cuando reparé el anillo que hasta hace una semana no traía —Te...—¡Si! —No me dejó terminar —¡George al fin me propuso matrimonio!Sonreí acercándome a ella para abrazarla y dejarle saber lo feliz que me hacía, llevaba tantos años esperando que al fin le propusieran matrimonio.—Al fin pondremos en marcha las planificaciones que venimos haciendo desde hace años —reí, mi amiga había hecho tantos planes de cómo sería su boda con su novio George, con quien tenían una relación desde que estaban en la preparatoria.—Si, es genial. Pero temo que no utilizaremos ninguno de ellos, todo es tan viejo y no encaja con las nuevas tendencias.—Bueno, si.—Y tú cómo mi dama de honor tienes que ayudarme a preparar esto, ¡Dios! No tengo ni la más mínima idea de por dónde empezar.—¿Aún no fijan fecha?—Tenemos una idea, dentro de cinco meses es nuestro aniversario y queremos casarnos ese día.—Pero eso es muy poco tiempo —la miré sorprendida—No lo será, contrataremos al personal necesario para ello. Tu tranquila y sólo ayúdame a mantenerme serena.Sonreí asintiendo.—Esa será mi misión en este mundo.Río e hizo un movimiento con la cabeza señalando lo que había traído, comimos mientras le contaba lo ocurrido ayer, su cara se volvió roja y comenzó a despotricar cuanta maldición se le cruzaba por la cabeza en contra de Alexis.—Creo que Aidan vendrá en estos días —cambié de tema—Oh, ¿sabes qué amerita eso? —ni siquiera me dejó responder —¡Día de compras y spa! Necesitas mucha lencería y una depilación, llevas tanto tiempo en abstinencia que ni me imagino como andarás con los bellos.Reí mientras negaba con la cabeza, siempre mantenía mi cuerpo libre de bello, después de tantas semanas en abstinencia muchas veces no soportaba el desespero y...—Iré a prepararme —contesté cuando terminé de comer la tarta de frambuesa que trajo de postre.Pese a la desesperación no he podido estar con otro hombre que no sea Aidan, una vez estuve a punto de hacerlo y me arrepentí al último momento.Volví con mi amiga luego de media hora y salimos por todo el día, compré lencería, exfolié mi cuerpo y me di un relajante masaje, también compré velas y un buen vino, cortesía de Rebecca.—Hablaré con mi padre para que nos ayude con tu empleo —dijo deteniéndose frente a casa—No es necesario... —me interrumpió poniendo la palma de su mano sobre mi boca—¡Claro que lo es! Esa perra no bromeaba al decir que te cerraría todas las puertas y es por eso que es necesario recurrir a alguien que tenga más influencias que ella.Lamí la palma de su mano haciéndola que la apartara de inmediato y pusiera cara de asco.—¡Ahg! —sacudió su mano y la pasó por la tela de mi pantalón para limpiarla —que asco, quien sabe dónde ha estado esa lengua y tú tocándome con ella.Reí ante su dramatismo, me despedí con un beso en la mejilla y tomando mis bolsas salí del auto un poco más aliviada, ya había pensado en decirle al señor Baker que me ayudara pues era consiente de que sin ayuda no encontraría ningún empleo con un salario que me diera a basto con los gastos.Esa noche no pude comunicarme con Aidan, lo llamé dos veces pero no contestó y no quise seguir insistiendo, quizá estaba ocupado o descansando, quien sabe.Desperté agitada ante la magnitud del sueño húmedo que acaba de tener, todo comenzaba a pasarme factura, mi cabeza dolía y mi cuerpo estaba tenso a pesar del masaje que recibí ayer.Me preparé un café mientras recibía una llamada de mamá y escuchaba el mismo sermón de siempre, insistiendo en que fuera a casa y resolviéramos los problemas como las personas adultas que éramos. Por el mismo motivo evitaba contestar sus llamadas y me comunicaba sólo una vez al mes, dos cuanto mucho.—Tu hermano se comprometerá el próximo mes y queremos que estés aquí. Te llegará una invitación al correo, no faltes.No contesté y cambié de tema pregúntale por la salud de papá, no volvió a remover el tema y se lo agradecí en mis adentros. Divagué todo el día por la casa, hacía mucho que no tenía tiempo para mi, estaba tan dedicada a mi trabajo y me parecía totalmente injusto haberlo perdido solo por los caprichos de aquella mujer. Me indicó indignaba porque en ningún momento tuve acercamiento con mi jefe más allá de lo laboral, el señor Marshall era atractivo, si, pero nunca lo vi más allá de ser mi jefe. Aidan ronda en mi mente 24/7 lo que me hace incapaz de estar con alguien que no sea él.Comprendería los celos de la mujer si en algún momento hubiese coqueteado con él, pero no, los argumentos con los que se hizo la historia fueron porque acompañaba al señor Marshall a otras ciudades inclusive fuera del país, lo llamaba a cada instante y ni eso fue suficiente para que su marido le fuera fiel, no conmigo, pero si con otras mujeres. Nunca dije nada porque esas eran cosas privadas de él y mi ética profesional que me regía me impedía hablar de ello.Pasaron alrededor de cuatro días y Rebecca aún no me tenía buenas noticias, había enviado solicitudes a varias empresas pero aún no había resultado. Aidan avisó que llegaría hoy, por lo que me encontraba emocionada arreglando todo para su llegada, su comida favorita y mi amiga se encontraba ayudándome a ubicar todas las velas que decorarían la habitación, también los pétalos de rosas.—¡Listo! —bajó sentándose en un taburete de la barra —¿a qué hora te dijo que llegaría?Miré el reloj de mi muñeca.—En dos horas—¿Qué estas esperando para ir a arreglarte? —tomó un panecillo dándole un mordisco —deja respiro un poco y comenzaré a encender cada m*****a vela que se te ocurrió poner.Sonreí quitándome el delantal y lanzarle un beso.—Eres la mejor—Lo sé —me guiñó un ojo dándole otra mordida al panecillo.2 años después FaithSonreí a la cámara mientras sostenía a mi hija en mis brazos y era abrazada por Mattew, luego de una entrevista de una importante revista del país que solicitaron al ser la pareja más controversial de los últimos años.—Muchas gracias, señor McConnell —agradeció el fotógrafo de la revista. Él solo asintió, no estuvo muy conforme con ello pero creí que después de tanto tiempo era justo dar nuestra versión de los hechos, que la gente fuera capaz de ver el otro lado de la moneda y se dejara de perjuicios. Le pasé a la pequeña Lilith a su padre para acompañar a los reporteros a la salida. —La próxima semana será publicada, nuevamente, le damos las gracias. Salieron de la mansión y volví al lado de las dos personas que se habían vuelto mi mundo entero, él le prestaba atención a todo lo que la pequeña le decía aunque no le entendiera nada. —¿Ya se fueron? —alzó la mirada hacia mi—Si, tengo la pequeña esperanza que las críticas pararan con esto —hice una mueca sent
Faith Me despedí de todos y salí subiendo a la camioneta para llegar al lugar que le indiqué a Matt, media hora después llegó él luciendo confundido al ver lo que nos rodeaba sólo eran árboles. —¿Por qué me has traído aquí? —Ven —le tomé la mano jalándolo al camino de tierra —Te mostraré un lugar que para mí es muy especial. No se opuso y se dejó guiar, seguimos caminando escuchando el sonido que se producía en los bosques hasta que llegamos a un viejo mirador. Solté su mano y me senté en una enorme piedra con la mirada perdida en la ciudad. —Solía venir aquí para ahogar mis penas, lloraba y lanzaba preguntas al universo del por qué todo mi dolor, él porque me tocaba aguantar tanto sin sentirme merecedora de todos lo problemas que muchos solían llamarlo mi karma —sonreí a medias —pasaba horas mirando hacia abajo y pensando en todo lo que me hubiese evitado sino hubiera ido a esa fiesta. Conservaría mi trabajo soñado, estaría rodeada de mi familia y ninguno de sus miembros me odiar
FaithEl juicio dio inicio, en todo momento mantuve la tranquilidad que me daba saber que impune no iba a salir y gracias a las influencias de Mattew y el señor Baker iba a tener una condena asegurada. Ignoraba las miradas de mis hermanos, sentía el apoyo de las personas que me querían y para mi eso bastaba. Al final encontraron culpable a Jake y lo condenaron a dos años en prisión y una orden de alejamiento para cuando saliera. Me levanté yendo a donde se encontraba Matt, sonriendo al haber cerrado todo. Aún faltaba mi hermana pero de eso los abogados se harían cargo de llegar a un acuerdo. —Salgamos de aquí —le pedí al ver a mis padres acercarse, pero aunque quise evitarlos lograron alcanzarnos antes de la salida. —Faith, hija —llamó mi madre tomándome de la mano y haciéndome girar hacia ellos. —¿Qué se te ofrece? —alcé una ceja soltándome de su agarre como si este quemara. —No me hagas esto, por favor. Me duele tu indiferencia y aunque se que la merecemos no soporto este dista
Faith Bajamos para desayunar en un restaurante cerca de la oficina, pedí cuánta cosa se me antojaba divirtiéndome con la sorpresa en sus ojos. No me preocupaba en subir de peso, puesto que aunque pedía demasiadas cosas no las comía por completo. Al terminar me dejó en la entrada del edificio pidiéndome que me llamara cuando quisiera irme, me dio un beso y una palmada en el trasero como despedida. Con una sonrisa deslumbrante llegué al piso de "Pleasurable Temptations", saludé con amabilidad a los empleados y atendí todos los asuntos pendientes, supervisando de cerca la sesión fotográfica para el nuevo catálogo. Los diseños eran exquisitos, había pedido que diseñaran algunos exclusivos para mi uso. Amaba la lencería sexi y atrevida, y ahora que Mattew volvió le daría más uso. Por la tarde mis abogados me hicieron saber que había hecho llegar las demandas y por las pruebas presentadas a la fiscalía detuvieron a Jake por proporcionarme drogas para privarme de mi voluntad. Quizás a e
Faith Cuando te acostumbras a que la gente siempre te señale con el tiempo todo deja de importarte. Las palabras crudas que mis padres utilizaron conmigo no me dañaron como lo imaginé, siempre me esmeré por enorgullecerlos y ahora simplemente dejaron de interesarme.Mattew por otro lado se estaba comportando muy bien, tanto que mi corazón latía desbocado cada que lo tenía cerca, me sorprendí mucho verlo en el hospital. Algo dentro de mí sucumbió ante él cuando supo lo del embarazo y lejos de reprocharme solo se quedó a mi lado. Mi lado sensible salió a flote cuando me defendió de mis padres, cuando se esmeró porque bajaran todo de redes sociales, y aunque a él tampoco le favorecía las habladurías, nadie podría confirmar que era él quien salía en ese video. Su rostro no se veía y el mío se alcanzó a ver por unos pequeños segundos en lo que él apartó la cámara para terminar de grabar. Ahora mismo también volvía a darme su apoyo con mi decisión de demandar a Jake y Lauren. —Todo se ha
MattewLa ayudé a levantarse para llevarla al baño, la esperé atrás de la puerta por si necesitaba ayuda o ocurriera algún accidente. Afortunadamente ya se encontraba bien y salimos del hospital con tranquilidad, su amiga la había estado llamando preguntando por su estado. Anoche que regresé la relevé y la envié a su casa. —No es necesario que me acompañes hasta casa —musitó cuando íbamos de camino —Quiero hacerlo —admití —Gracias —me sonrió tímidamente —por no dejarnos solos, porque si decides estar para él o ella, de alguna forma también estarás conmigo. —No tienes que agradecer nada —la atraje a mi pecho y la dejé descansar ahí todo el camino a su casa. —¡Oh no! —susurró viendo el auto parqueado en su jardín.—¿Qué sucede? —Es el auto de mis padres —me miró angustiada —es mejor que no entres, esto quizá se pondrá muy feo.—Olvídalo, no te dejaré con esto sola. Es algo que hicimos los dos, no tienes por qué cargar con todo tu sola. La acompañé hasta dentro donde, efectivament
Último capítulo