El silencio se ha instalado entre los dos, Derek parece estar buscando la manera adecuada de iniciar, así que le doy su tiempo. Yo más que nadie, entiendo perfectamente lo difícil que es abrirse con las demás personas, así que si él necesita toda la noche para organizar sus pensamientos, entonces yo esperaré.
Después de varios minutos en los que ninguno de los dos dice nada, Derek se aclara la garganta y desvía la mirada hacia el interior de la casa.
―¿Qué viste por la ventana? ―pregunta en voz baja, pero firme y yo agarro con fuerza el cojín que tengo en las piernas.
Trato de organizar mis pensamientos para responder con claridad a lo que me pregunta y no decir nada que pueda hacer que se cierre. Otra vez.
―Primero escuché un ruido, como… vidrio quebrándose ―digo, y él asiente con la cabeza instándome a continuar―. Cuando mire por la ventana vi… había una mujer, se veía. ―Estoy buscando las palabras adecuadas para describir la situación, aunque no es fácil la verdad―. Alterada. Estaba