59. SIN DECORO.
POV. SEBASTIÁN.
— Quédate quieta — le susurré a Lucía.
Ella estaba de rodillas, desnuda, expuesta, mía, lleve sus brazos a su espalda y sus manos las juntó con sus tobillos, pase la tira de seda y enrede las 4 extremidades mientras ella gemía suavemente.
— Por favor, Seb.
— Shhhh.
Bese suavemente uno de sus pechos y luego mordí el pez0n sin ser brusco. Mordí su cuello y me quedé allí lo suficiente como para dejar una linda marca. Me puse tras ella y deslice mis manos sobre sus pechos sin dejar de besar su cuello, masajeé y le dije tantas cosas obscenas como pude, tantas como venían a mi cabeza, todas las cosas que una vez imagine.
Sí, definitivamente había imaginado cosas muy perversas con Lucía y las iba a hacer todas realidad, porque aunque habíamos tenido sex0 ahora tenía la libertad de enfocarme en lo que yo quería.
La tomé del pelo con fuerza y tiré hacía atrás, la besé y mi mano derecha bajó hasta sus labios expuestos y frágiles, mi dedo se deslizó por en medio de ella y quedó em