Coral salió sin decirle nada a nadie. Estaban todos enfrascados en bañarse y descansar del viaje. Se subió al auto y le prohibió a Vicencio que la siguiera. Se había vuelto una sombra para ella; aunque intentara impedir que la siguiera, él siempre encontraba la manera de hacerlo. Pero hoy quería encontrarse a solas con Maximiliano. ¿Qué habrá averiguado?
Detuvo su auto cuando estuvo lejos de su casa. Le marcó a su Gatito. El timbre sonó varias veces, pero él no respondió. Se desesperó; no le gustaba que la engañaran. Esperó cinco minutos y volvió a marcar. Estaba en su territorio cuando sintió que alguien chocaba su auto por detrás. Miró por el espejo retrovisor y vio a cinco tipos acercándose, justo en el momento en que su Gatito tomó la llamada.—Thea mu, ven a mi apartamento; te mandé la clave