OLIVIA
La semana habia pasado con rapidez, sin darnos cuenta en menos de 24 horas los Alphas reales estarían en la manada y los días habian sido agotadores a más no poder.
El aseo se habia duplicado estas últimas horas, pero pese a que sabía que necesitaban ayuda Pamela me habia mantenido en la cocina ayudando a Josefa con la comida y nada más. ¿Lo agradecia? sí, porque significaba mantenerse lejos del radar de mi familia así que no habia recibido golpes o burlas estos días, pero me sentía mal por no ayudar al resto.
Aunque el trabajo en la cocina tampoco habia sido menor, hemos picado y pelado verduras estos dos días suficientes como para alimentar a un ejército. Tenemos que empezar a cocinar desde temprano mañana ya que los Alphas llegan a la hora de almuerzo y debe estar todo listo para el momento que ellos lleguen.
–Recuerden que el almuerzo es a las una en punto mañana –dice Pamela ingresando a la cocina–. Estarán solo ud dos a cargo, ya que el resto estará limpiando ó atendiend