Hipólito: Hace dos días que casi no habla. Nos torturaba a todos con insultos y ahora nada. Aunque su muñeca ya mejoró, apenas come.
Maximiliano: ¿Y qué quieres que haga?
Hipólito: No lo sé, señor. Me dio instrucciones de que le avisara cualquier eventualidad. Si me permite, creo que se comienza a quebrar.
Maximiliano: No puedo hacer nada, Hipólito.
Hipólito: Como usted diga.
¿Y ahora qué le pasaba?
Maximiliano estaba en una reunión en casa de sus padres con Mercedes y Victoria. Su madre aprovechó la oportunidad, en realidad, aprovechaba todas la