Mundo ficciónIniciar sesiónMi nombre es Viatrix y tengo todo en la vida, soy hermosa, popular, envidiada y odiada por las chicas, amada y venerada por los chicos, salgo con el Quarterback de Hall Reven y saco buenas notas, sí, a simple vista soy el típico cliché, pero todo cambia cuando Kronos; el chico más temido del pueblo, y mí muy peligroso y misterioso vecino, aparece una mañana en mi desatando una serie de eventos que me involucran de tal manera, que no puedo escapar. Sé que debo alejarme cuando noto que comienza a acecharme, pero emana un aura sexual tan salvaje, que su magnetismo animal me envuelve en una vorágine llena de lascivia y perversiones, adentrándonos en un delicioso juego de seducción. Solo hay un problema... bueno tal vez dos o tres: él guarda un secreto que no era mi intensión descubrir, ambos salimos con alguien y ambos nos odiamos tanto como nos deseamos. ¡Ah! ¿Olvidé mencionar que el capullo me robó mi primer beso? Joder.
Leer másVIA—Ya no más… —gimo.Pero Kronos no me escucha, simplemente no quiere hacerlo, lleva dos horas follándome y el cuerpo ya no me da para más.—Calla, pringada —Se agita.Me gira y me posiciona en cuatro.—Eres hermosa, Via —gruñe.—Kronos…—Eres mía, ambos lo son.Dirige la cabeza de su verga hacia mi culo y me tenso.—No, por ahí no… —intento ponerme de pie pero me es imposible, ya que coloca su mano a modo que empuja mi espalda.—Shhhhh.—Kronos…—Esto te dolerá una mierda, voy a pelo.Tenso el cuerpo y la simple cabeza ya me hace chillar, cierro las manos formando perfectos puños, sintiendo como poco a poco me parte en
Cierro el ziper de la maleta, hace una semana que me he mudado con mi nueva familia, los Woodhall, eso solo fue idea de Kronos porque se niega a separarse de mí, todo lo hacemos juntos, no se separa ni un solo momento de mi. Cédric dice que parecemos recién casados y puede que tenga solo un poco de razón. Termino de hacer mi maleta y bajo.—No tiene nada de malo el bosque.—Puede ser peligroso, no seas idiota —espeta Kronos con firmeza.—Pero es que es más rural —insiste Cédric, quien me mira y me guiña un ojo—. ¿Tú que prefieres, Via?—El bosque —respondo sin titubear llamando su atención.
KRONOSHay veces en las que se gana y se pierde, yo siempre gano, hasta ahora, luego de que Via quedara inconsciente en mis brazos, y de que Alarik dejara en claro que la única manera de mantenerla con vida es logrando que vuelva a ser una humana común y corriente, pero con el efecto secundario que su mente sería borrada, la dejé en casa con Mirna, quien se encargaría de ella.Ya que en la nueva realidad que hemos creado, y que hicimos que los demás lo hicieran de igual forma, ella vive con Mirna, su hermana, ambas perdieron a sus padres en un accidente aéreo hace años, y viven solas en la mansión. Somos vecinos, pero no nos hablamos y no nos soportan.El aire se me comprime en los pulmones y vuelvo a ser u
El gélido aire golpea mi rostro y se clava en mi piel como diminutas dagas filosas que buscan llegar hasta mis huesos. Estamos en medio de un bosque que ahora me parece enorme, el viento sopla con fuerza anunciando la llegada de algo.—Tranquila —me dice Kronos sin soltar mi mano.Volteo a verlo y frunzo el ceño.—Aún pienso que eres mi estúpido vecino —farfullo.—Me conformo con eso ahora —encoje sus hombros—. Pero ¿cómo era eso de…?—Olvídalo.Le doy un codazo en las costillas.
Una ligera música se escucha proveniente del vestíbulo, cuando bajo las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible, me dirijo hacia la oficina de Alarik, en donde la voz de Kronos retumba en mi pecho. La puerta se encuentra entreabierta y tragando duro me asomo. La oficina esta bajo la influencia de una luz tenue que solo se acentúa con la luz que emana de la chimenea y el calor.Alarik está sentado frente a su escritorio, Kronos a un lado de él y frente a ellos cinco personas con capas rojas que les cubren el rostro. El ambiente es hostil y abrumador.—Entiendo —dice Alarik—. Pero Via es la Unifir de Kronos.—¡Por qué él la eligió! —brama uno de los tipos dando un fuerte golpe con la ma
Cuando despierto me asusto al verme encerrada en una jaula color verde neón, de ella se emite un sonido eléctrico que me hace levantar la mano y al instante me quemo. La incertidumbre hace que me moleste y me pongo de pie al tiempo que el rechinar de la puerta llama mi atención. Mirna entra con una charola de comida, me mira y sonríe como si nada estuviera pasando, como si yo no estuviera dentro de una extraña jaula como animal salvaje.—¡Despertaste! —exclama llena de entusiasmo—. Ya era hora, llevas tres días inconsciente y comenzaba a asustarme.No le creo. Ya no creo en nadie, los recuerdos de la noche en que vi a Kronos traicionarme, me hacen confirmar que hasta ahora la única que me ha dicho la verdad es Akesha, mi madre.
Más Capítulos





Último capítulo