CAPITULO 99 Jace... Lo lamento... Quiero ser fuerte
-Jace... Lo lamento... Quiero ser fuerte, quiero dejar todo atrás y concentrarme en nosotros. Pero...
Hincó sus dientes con fuerza en el labio inferior, pero él deslizó un dedo y lo liberó.
-No te lastimes. Ignoro por qué razón piensas que debes disculparte, pero eso es absurdo, ángel.
-Solo te traigo problemas. Podrías estar con cualquier mujer sin conflictos ni pasado.
-No me interesa, Tina-La miró con extrema seriedad- Tú eres la mujer que quiero, la que me interesa. La única. No quiero que repitas eso, jamás.
Su voz se escuchó llena de comando; sexy, intensa y contribuyó a que la culpa comenzara a disolverse.
-Sentía tanto temor e indefensión, Jace. Ya no quiero eso. Ese hombre se ha propuesto destruirme-elevó su voz, y él deslizó su dedo índice por su mejilla.
-Escúchame ahora, Tina. Ese hombre no tiene poder sobre ti, salvo si se lo entregas. Si dejas que se meta en tu cabeza y dicte tus acciones y gobierne tus emociones.
-Es un sádico. ¿Viste los correos? No estoy loca, ¿verdad