POV de Clara
No sé cuánto tiempo estuve de pie frente a esa puerta, escuchando el eco de los pasos de Hugo que se alejaban.
El sonido del vidrio roto en la habitación contigua seguía resonando en mi cabeza.
La oficina estaba en silencio… pero no era un silencio tranquilo.
Era más bien como si algo se ocultara detrás de la quietud.
Miré hacia la ventana. El cielo había cambiado de color, del azul al gris.
Algunas luces del pasillo estaban apagadas.
Podía oír los murmullos del personal desde los pisos inferiores, pero lejanos, como si llegaran desde otro lugar.
“¿Un ataque?” “¿Quién entró?”
Alcancé a oír la frase no humanos antes de que sus voces se desvanecieran.
Instintivamente metí la mano en el bolsillo del blazer.
La pluma plateada que había encontrado seguía allí.
Aún estaba tibia, como si estuviera viva.
Las palabras de Hugo resonaron en mi mente: No es una simple pluma.
Respiré hondo, intentando calmarme.
Hugo me había ordenado quedarme, pero ¿cómo podía quedarme quieta si algui