POV de Clara

El teléfono sonó con fuerza en la mesita de noche, arrancándome de un sueño que, por alguna razón, volvía a tener esos ojos azules.

Parpadeé y miré la pantalla del móvil: mamá.

Contesté a toda prisa. —Hola, ¿ma?

La voz de mi madre me recibió de inmediato, suave pero con un ligero tono de pánico.

—Clara, perdona que te moleste tan temprano. Solo quería decir que la factura de la luz subió otra vez este mes, creo que hay un error. Pero no te preocupes, ya lo arreglaré. Tú no te preocupes.

Ese tono resignado me calentó el pecho y lo dejó apretado al mismo tiempo.

Mi madre siempre hacía eso: intentaba sonar tranquila cuando claramente necesitaba ayuda.

—Ma, yo te ayudo luego, ¿sí? Me acaban de pagar ayer —dije.

—No hace falta, querida. Si acabas de empezar en el trabajo, podemos pedir un préstamo por ahora. Tú concéntrate en ese jefe nuevo. Es buena persona, ¿no?

Me quedé en silencio. —Sí, sí. Es… algo frío, eso sí.

Mi madre soltó una pequeña risa. —Siempre te han atraído los