POV de Clara

Hoy se suponía que todo sería normal.

Pero desde la mañana, los pasos en los pasillos suenan más pesados, las conversaciones más cortas, y el aire alrededor de la oficina de Hugo —del señor Hugo— parece tener su propia gravedad.

Cada vez que paso frente a esa puerta, el aliento se me queda atrapado en la garganta.

Intento concentrarme en los documentos de mi escritorio: informes de exportación, tablas de gastos, permisos del Consejo.

Todo parece normal sobre el papel, pero mi mente sigue regresando a una sola cosa: la forma en que me miró esta mañana.

Una mirada fría, pero con algo en el fondo... algo más antiguo que el tiempo mismo.

—El señor Hugo se ve sombrío otra vez, ¿eh? —la voz de Juan rompe mis pensamientos.

Se apoya en mi escritorio con su sonrisa traviesa, aunque sus ojos reflejan curiosidad.

—Siempre es así —respondo sin levantar la vista.

—No, esta vez es distinto —dice, mirando la puerta de la oficina de nuestro jefe—. Lo conozco hace tiempo. Normalmente, cua