Mía, al sentirse dolida y traicionada por parte de su Alfa Rogué, camina por el bosque mientras sostiene a su pequeño cachorro, se ha alimentado lo suficiente como para dormir plácidamente.
Algo que no piensa permitir Mía, son las mentiras y las traiciones, suficiente tuvo con la decepción que le causó Domenik.
Ella sabe que no puede regresar a su reino, porque teme que también le arrebaten este cachorro, así que piensa en tener una conversación seriamente con Domenik.
Pero al oír un fuerte rugido, ella se alerta y abre sus ojos como platos, puede presentir que algo no está bien, o que incluso, Liam se dió cuenta de que ella no está en el castillo.
Reacciona al trepar un árbol, es alto y bastante tupido, para poder esconderse entre las ramas, lo único es que ruega que su cachorro no vaya a despertar y que su llanto los delate.
Tan solo fueron segundos, para que Mía presenciara una batalla, sabe que son del reino de su padre, conoce a toda la manada de guerreros. Y luego, ve veni