19. ACTO II
Mi oficina en el decimoquinto piso del ayuntamiento tenía la misma vista del río Mississippi que había tenido en Morton & Associates, pero ahora la placa en mi puerta decía "Piper Thomas - Coordinadora de Asuntos Sobrenaturales" en lugar de "Contadora Pública Certificada".
Seis meses después de la muerte de Sebastián, seguía siendo raro ver mi nombre en papelería oficial del gobierno.
Tres reportes esperaban en mi escritorio esa mañana de lunes, junto con mi café ya frío y una pila de formularios que necesitaban mi firma. El primer reporte era familiar: dos vampiros jóvenes habían sido encontrados alimentándose en el Garden District sin seguir los protocolos establecidos. Multa estándar, sesión educativa obligatoria, caso cerrado.
El segundo también era rutina: una familia de brujas de Atlanta solicitaba mudarse a Nueva Orleans. Verificación de antecedentes limpia, cartas de recomendación del aquelarre de Georgia, aplicación aprobada.
El tercero me hizo pausar.
"Ciudadanos reportando