Capítulo 42: Una promesa eterna.
El trayecto hasta la feria había sido corto, Liam y William estaban demasiado agitados debido a la emoción, Victoria, sin embargo, en momentos parecía perderse en sus pensamientos, sus ojos, hermosos espejos de su alma, reflejaban mucha angustia…también dolor, y Lorenzo apretaba sus puños sobre el volante prometiendo un infierno para Laurent, le haría pagar por lo que había hecho.
Bajando del vehículo, Liam y William de inmediato corrieron hacia la feria con Victoria detrás de él, Lorenzo los observó a los tres, una madre sacrificada a sus hijos, dos hijos adorando a su madre como si ella fuese un ser divino y el, lo entendía; ante los ojos de un hijo su hermosa madre es dios, tal cual lo fue su madre para el mismo, Laurent era un imbécil arrogante, había aprendido bien de su progenitor, ser un malnacido ambicioso y sin escrúpulos.
Las mil sonrisas de Liam y William con sus mejillas embarradas de algodón de azúcar, las mil sonrisas de Victoria al ver a sus hijos felices, aquel hermoso