La mañana los recibía juntos después de aquella dramática salida de la mansión Visconti, habían actuado tan bien que cada persona en ese sitio había quedado verdaderamente aterrada, Laurent bebía el café que amablemente Victoria le había preparado y de nuevo se hallaban en aquel refugio que una vez fue el hogar de su madre.

Lorenzo aun dormía como un tronco en el suelo de aquella sala con enormes ventanales, por supuesto; para ambos había sido duro escuchar a ese infeliz de Luciano hablando sobre su madre, pero Lorenzo, siempre había sido mucho más sensible que Laurent y había bebido hasta muy tarde quejándose de ello y el, le había hecho compañía para evitarle a la bella Victoria un mal momento.

Comprendía a su hermano, por ello se encargó de cuidarlo hasta el alcohol hizo lo propio, Alessia había salido a trabajar, debían dar esa sensación de normalidad, ella, se suponía, no estaba al tanto de lo ocurrido en aquella fiesta, sabía que Luciano seguramente la estaría vigilando, así que