— Me alegra que ya estés lista…ven, te llevare al mejor lugar de Palermo. — dijo Laurent con una hermosa sonrisa que logro derretirla.

Laurent no pudo evitar mirarla embelesado, era tan hermosa que parecía un sueño, pocas eran las veces en que Alessia Lombardi realmente lucia delicada y femenina, y aunque estaba realmente extasiado de su apariencia, por un momento extrañó aquellas ojeras y ojos cansados que lucía siempre así como aquella bata de hospital, Ale no solo lucia hermosa ante sus ojos cuando se arreglaba, también, lucia realmente encantadora siendo quien realmente era, entregada a su noble profesión, con el cansancio a la vista, pero aquellos hermosos y felices ojos castaños que brillaban con la emoción y dicha de saberse ayudando a otros, ella era simplemente única…y la amaba demasiado por ello.

Conduciendo su lujoso vehículo, Laurent estaba decidido a hacerla feliz al menos por un rato, Alessia observaba el paisaje que cambiaba de los grandes edificios de Palermo hacia las