—¡Vaya que sí les han dado lo mejor de lo mejor! —exclama Emily cuando los cuatro llegan a la suite del hotel.
Giorgia se encoge de hombros, restándole importancia.
—Sabes que eso es porque somos los jefes, si no, es posible que otra fuera la situación.
Mirando fugazmente por encima de uno de sus hombros, a los dos hombres que conversan detrás, Emily se inclina hacia Giorgia, acercando su boca a su oreja para poder hablar bajito:
—¿Y de verdad se quedan los dos aquí, solos?
Giorgia también mira atrás por sobre su hombro. No parece que los hombres les presten atención. Sin embargo, justo antes de que parte su mirada, Julian también voltea a ver y sus miradas se cruzan, causando esa chispa que calienta el ambiente entre los dos. Giorgia aparta su mirada con rapidez y le responde a Emily:
—Sí, pero después hablaremos de eso.
—Uh. Parece que hay algo emocionante que debes contarme.
Giorgia pone los ojos en blanco y se gira para hablar y captar la atención de todo el grupo.
—Bien, primero