Capítulo 61. La reconquista.
POV Isabella.
Los días siguientes a la propuesta de Armand fueron una vorágine de emociones. Mis padres no paraban de decir «conde esto», «conde aquello», y sus ojos brillaban con una ambición que me resultaba ajena.
Querían que aceptara a Armand sin dudar y que olvidara a Jeremy como si nada hubiera sucedido.
—Isabella, hija, ¡ya me veo codeándome con la realeza! —exclamó mi madre, Elena, durante una cena en mi apartamento de Seattle.
Mi padre, Carlos, añadió con desprecio:
—Jeremy, ese hombre te arruinó una vez, Isabella. Te sumergió en la vergüenza y te hizo renunciar a todo. Armand te sacó de esas ruinas. Él te hizo sentir poderosa de nuevo.
Sus palabras, aunque teñidas de su propia codicia, resonaron en mí con una verdad incómoda. Jeremy había cambiado, se había esforzado y había luchado. Su apoyo era incondicional y su amor parecía genuino.
Pero el recuerdo de cómo me había tratado en el pasado, de cómo me había ocultado y de cómo su irresponsabilidad había destrozado mi vida en