Capítulo 99. A manos de la Justicia.
POV Omnisciente.
El rugido de los motores de un jet privado a punto de despegar se mezclaba con el eco de los pasos apresurados en la pista del aeropuerto internacional de Seattle.
Armand Dubois, con un abrigo oscuro que ocultaba su demacrada figura y unas gafas de sol que disimulaban su mirada, creía estar a salvo.
Su plan era perfecto: un vuelo directo a Francia, donde sus contactos europeos le proporcionarían protección lejos de la justicia estadounidense.
No podía borrar de su mente la imagen del disparo, la sangre de Jeremy ni la desesperación de Isabella, pero la huida lo mantenía en pie.
Había burlado a los guardias y evitado las patrullas. Pensó que su estatus de conde europeo y su influencia le garantizarían la inmunidad.
Cuando se disponía a subir por la escalerilla del avión, una voz firme y autoritaria resonó a sus espaldas:
—¡Conde Dubois, alto ahí!
Armand se detuvo en seco y le dio un vuelco el corazón. Se giró lentamente. Dos agentes de la Policía Nacional, con rostros