Capítulo 62. El Buen ojo de Jeremy.
POV Isabella.
La vida se había convertido en un delicado ballet de apariencias y verdades ocultas. Mi embarazo, ya muy evidente, era un testigo mudo de las decisiones que se gestaban en secreto.
Armand, cumpliendo su promesa, se había convertido en un visitante habitual. Sus gestos eran grandiosos y sus palabras, seductoras.
Me enviaba flores exóticas a la oficina de la Corporación Walton, organizaba cenas íntimas en los restaurantes más exclusivos de la ciudad y hablaba de un futuro idílico en París, donde mi hijo y yo formaríamos parte de su noble linaje.
—Isabella, el castillo de mi familia es inmenso. Nuestro hijo tendrá tutores, un jardín privado, una vida que Jeremy jamás podría ofrecerle —me dijo una noche mientras cenábamos en un restaurante con vistas al mar. Sus ojos azules brillaban con una promesa que casi podía tocar.
—Sé lo que ofreces, Armand —respondí con suavidad. —Y lo aprecio. Pero aún necesito tiempo.
Él tomó mi mano sobre la mesa.
—Entiendo tu cautela, sé que fui