Con una última mirada a mi compañera petrificada, sigo a Valeria fuera de la habitación. Agarrando su brazo, la arrastro lejos y fuera del alcance de Ellie, no queriendo que esto le cause más angustia de la necesaria. Al escuchar la puerta cerrarse, miro hacia atrás, viendo a Lucas cerrarla para evitar que ella escuche. 

Sin embargo, al volverme hacia la mujer que sé que es responsable de herir a mi compañera y casi matarla, la encuentro fulminándome con la mirada. 

—¿Mi hija es tu compañera, verdad? —exige Valeria, su tono de voz no me cae bien. Tiene suerte de ser la madre de mi compañera, porque si fuera cualquier otra persona en este momento, podría haberla matado por lo que ha hecho. 

—No me exiges respuestas. ¿Por qué envenenarías a tu propia hija? 

—Te dije por qué, necesita desarrollar toleranc