Fernando llegó a la empresa, no se hablaba de otra cosa que de la tragedia. Antonia estaba triste y desolada por lo que había ocurrido al jefe y solo sabía llorar.
- No te pongas así, todavía hay esperanza, pues no encontraron el cuerpo.
- Puse a Maciel en la cadena de oración de mi iglesia Fernando, él tiene que volver a nosotros.
Caminó a la sala de la vicepresidencia y abrió la puerta.
- ¡Ramona!
- Antes de que me eches de aquí, solo dime si es verdad que Maciel está muerto y nos lo están ocultando, ¿por miedo a vender todas nuestras acciones de la empresa?
- Aún no lo sabemos, Kayo fue a seguir las búsquedas y dentro del avión había solo el cuerpo del piloto y nada más.
- Sinceramente, no sé si te creo, Fernando.
- Ese es su problema, ¿de qué nos serviría, esconderse si realmente hubiera sido encontrado muerto? ¡Nada!
Anastasia estaba en su sala, muy triste por haber perdido su gran amor y mina de oro.
- Ahora, además de arriesgarme a ir a la cárcel, sigo sin ti y esta vez sin pos