Al día siguiente...
Elizabeth se arregló y fue a desayunar.
- ¿Vas a la compañía Elizabeth?
– Si Amelia, pero solo para pasar algunos detalles a Kayo. No tengo intención de continuar sin Maciel, no tiene más sentido y quiero prestar más atención a mi hijo, que ahora solo me tiene a mí.
- Y nos tienes a todos también, me duele verte así niña, pero la vida tiene que continuar.
- Amelia tiene razón.
- Ya hablamos de esto, Kayo.
Comí, le di un beso a mi hijo y Ángela llegó con Fernando para dejar a Sofía. Aún era muy doloroso para ella verme lista para ir a trabajar sin tener a Maciel conmigo. Kayo pensó que iría con él en el coche, pero preferí ir con Ángela.
Llegamos, saludé a Antonia que estaba sosteniendo el llanto, hablé muy rápido con ella para no empeorar las cosas.
- ¡Quiero que pidas que retiren mi mesa de la sala de la presidencia, no voy a permanecer en el cargo y quienquiera que asuma debe tener su propia sala!
- Sí señora.
Entré en el ascensor con Ángela y Fernando, el silenc