Elizabeth
Admiré mis reflejos en el espejo, tomé mi bolso y tomé la cartera.
- ¡Ni se te ocurra hacer eso, Mona!
- ¡Me aseguro de valorar su trabajo Kyara!
- Ya me has valorado al venir aquí gata.
- Mañana empiezo mi trabajo en la empresa. - Sonrío al imaginarme entrar con tacones de aguja en aquella empresa.
- Creo que sospecha de Maciel y no quiere admitirlo.
- No soy la mujer que se queda en casa esperando a su marido.
Salí del salón, me subí al auto y Raúl me llevó a casa. El horrible olor a cigarrillo que había dentro del auto delataba lo que él había estado haciendo mientras yo me producía. Entré en casa y Amelia estaba con Marcos en los brazos, me lavé las manos, lo tomé en brazos y amamanté aliviando el dolor de los pechos superllenos de leche.
[...]
Anastasia fue al banco y sin pensarlo dos veces hipotecó el apartamento donde vive y que actualmente era el único bien material que había resistido a los innumerables gastos y deudas que tenía. Ella firmó los papeles y luego tendr