Elizabeth
Miré un instante por la ventana, pensando en los besos que Maciel me dio y en las amenazas de Héctor cuando vi a Ángela llegar con Fernando.
- ¡Tanto me juzgó, quién diría! - Yo sonreí al verla coquetear con el sobrino de Anastasia.
[...]
- Gracias por traerme a Fernando.
- No tienes que agradecerme, me gusta tu compañía.
Los dos sonrieron, claro que entre ellos, estaba rodando un clima.
- Me sorprende que alguien diga eso...
Fernando le dio un beso en el rostro, Ángela vibró con aquel cariño y subió hasta su apartamento guardando en su mente el olor de su perfume.
- ¿Qué estabas haciendo con ese idiota? ¡Y aún más sola!
- Por el amor de Dios, Mauricio, fue solo un paseo.
Él sujetó firmemente su muñeca.
- ¿Así que tengo que mirar por la ventana y ver a mi esposa besándose con ese tipo de traje?
- ¡Aunque fuera un beso en la boca... me has engañado tantas veces, que mi saldo aún sería negativo!
- Si te atreves a traicionarme y yo te mato Ángela, puedes pensar que soy un vago,