Me sentía libre en ese balcón y más con la compañía de Apolo, desde que estaba con él me sentía más liberada. Ya no me prohibía experimentar con mi cuerpo, no me sentía mal al explorar mi sexualidad, él me daba confianza para poder probar cada cosa nueva sin preocupaciones, me incitaba a ello, lo proporcionaba y me sentía tan bien que me permitía hacerlo sin pensar en el qué dirán o en que eso me convertía en una "cualquiera" porque yo sabía que él nunca pensaría eso de mí; también el hecho de mejorar mi situación con mi madre aportaba mucho a mi liberación, antes pensaba que cada acción que realizara en el ámbito sexual me convertiría en una persona como ella, pero ahora que nuestra relación había mejorado no veía lo que ella hacía tan mal, al final se estaba dando la oportunidad de conocer a una persona nueva, que las cosas no funcionaran era otro tema.

He cambiado en tan poco tiempo, me he ido transformando de una joven inocente en una mujer que va conociéndose mejor poco a