Freya es una chica afectada por la situación familiar que tuvo de pequeña. Sus relaciones amorosas, amistades y decisiones importantes de su vida, se verán afectadas por ese pasado y por un presente que ni ella misma sabía que podía existir. No se permite amar hasta que conoce a un chico dispuesto a romper cada una de las barreras que ella interponga en el medio con unos métodos un poco particulares. ¿Podrá este chico lograr que Freya ame? ¿Qué armas utilizará para lograrlo? ¿Cuál será ese futuro inesperado por Freya?
Ler maisDesde que tengo conciencia, siempre he sido una luchadora, mi madre pasaba muy poco por casa, durante el día trabajaba y en la tarde solo pasaba para dejarme la comida que me había comprado y para alistarse, todas las noches salía con algún tipo, muy pocas veces era el mismo, solamente mantenía relaciones algo más duraderas con aquellos que tenían la posibilidad de darle la "buena vida" que a ella le interesaba y mi padre, bueno, a ese nunca lo conocí, cuando mi madre salió embarazada hizo lo típico: irse; suena a cliché, lo sé, pero es lo que hay, estas cosas suceden en la vida real.
Toda mi infancia me la pasé en estas circunstancias, por tanto, tuve que aprender a hacerme mis cosas, limpiar la casa, lavar mis ropas, y sí, también defenderme sola ante el abismo voraz que es la vida.
Como tenía tanto tiempo libre y nadie que me regañara o me prohibiera hacer las cosas, sobre los 16 años comencé a salir sola con mis amigas, esperaba a que mi mamá se fuera a sus andanzas, me vestía y me encontraba con ellas en un parque que quedaba cerca de un bar llamado Tentación. Al inicio no sabía ni vestirme bien ni maquillarme, nunca tuve a nadie que me enseñara esas cosas y, a decir verdad, a pesar de lo sola que estaba casi todo el tiempo, era bastante inocente ya que me avergonzaba de cómo era mi vida y no vine a compartir con chicas hasta que pasé dos años de secundaria.
Mis amigas Valeria, Carlota y Sol fueron las encargadas de ayudarme en todo este mundo de la moda y como yo era bastante grande para mi edad, me quedaba la ropa de mi madre y a escondidas las utilizaba para mis noches de chicas, los vestidos y prendas que le regalaban los novios de mi mamá eran preciosos por eso me encantaban. En una de esas noches de salida decidí ponerme un vestido rojo corto con la espalda afuera, quería impresionar a un chico que frecuentaba el bar, no lo conocía y nunca había hablado con él, pero resaltaba entre todos siempre, era alto, muy alto, tenía el pelo rubio, los ojos color avellana y una sonrisa increíble, probablemente él no supiera ni de mi existencia por eso decidí llevar esa noche el vestido rojo, se notaba que era mayor que yo y de alguna forma tenía que llamar su atención.
Llegamos al parque sobre las 10 de la noche, era viernes y yo sabía que ya él estaba dentro del bar, los viernes siempre llegaba temprano y se iba tarde, no podíamos entrar al bar pues éramos menores de edad, me tenía que resignar a esperar por su salida.
Pasé la noche haciendo cuentos con mis amigos, además de las chicas tenía otras amistades, entre ellas, mi mejor amigo varón, siempre tuve la impresión de que le gustaba pero no quería ni pensar en eso, no deseaba desperdiciar los pocos amigos que tenía.
Ya eran pasadas las 12 de la noche, sabía que él estaba por salir, sin decirle nada a nadie caminé hasta la puerta del bar, unos pocos minutos después lo vi camino hacia la salida, retrocedí unos pasos, tomé mi móvil en las manos y comencé a caminar como si leyera algún mensaje, pasé por la entrada de Tentación justo cuando él salía y "accidentalmente" chocamos. Mi móvil cayó al piso y yo tambaleé un poco, desde lejos se veía alto, pero ahora que lo tenía justamente frente a mí, era más grande de lo que pensaba, me sujetó por los hombros para estabilizarme y recogió mi teléfono del piso me miró fijamente y me dijo:
-Lo siento mucho, no vi que venías caminando- me entregó el teléfono
Yo me quedé unos segundos embobada, esos ojos avellanos eran preciosos y al mirarlos de cerca tenían unos destellos de verde, sus labios eran carnosos y rosados y definitivamente frecuentaba el gimnasio.
-No pasa nada – balbuceé – discúlpame tú a mí que ni miraba por dónde caminaba.
En mi interior no creía que finalmente estaba hablando con él y para mi sorpresa se quedó mirándome fijamente y sonriendo, no supe ni qué hacer, al fin él habló:
-Bueno, esto lleva una presentación oficial, hola, me llamo Apolo, un placer conocerte…
-Freya, me llamo Freya.
-Freya… me encanta el nombre, le pega perfectamente a tus ojos azules.
Sabía que iba a mencionar algo sobre mis ojos, las personas siempre lo hacían, mi tez era muy blanca, mi cabello castaño bastante oscuro y eso hacía que el color de mis ojos resaltara más. Yo tenía que mirar hacia arriba para poder mirarle la cara y eso que yo no era muy bajita que digamos, medía 1.65.
- ¿Estás segura que te encuentras bien? – Asentí con la cabeza – Ven, vamos a sentarnos te llevaste un buen susto.
Me rodeó la cintura con su brazo y me llevó a un banco que estaba justo en frente de nosotros, me sentó y me revisó los brazos asegurándose que no me hubiera dado un golpe.
-Listo, examen físico terminado.
-¿Eres Médico? – le pregunté
-No, soy dueño de una compañía empresarial, pero aprender primeros auxilios nunca está de más – sonrió – y tú ¿a qué te dedicas?
-Soy estudiante – no le mencioné mi edad.
-Eso es bueno, construirse un futuro, yo también estudié mucho y gracias a eso he podido crecer tanto en el ámbito laboral, pero ya eso te lo explicaré después.
Se sentó a mi lado y con su dedo índice comenzó a trazar un recorrido desde mi rodilla hasta el muslo y cada vez subía más, yo me congelé, Apolo me encantaba, pero no sabía nada relacionado con el tema sexual, eso me aterrorizaba.
-¿Quieres que vayamos a un lugar más privado? El bar tiene un reservado que sería especial para que pudiéramos conversar más.
Entré en pánico, eché mi móvil en el bolso, me paré rápidamente y solo atiné a decirle: -Muchas gracias, por tu atención, pero mañana tengo que madrugar, es hora de que me vaya. Y sin esperar una respuesta por su parte, giré mi espalda y me fui.
No me atreví a volver intentar un acercamiento hacia él, no lo vi más por mucho tiempo, pero nunca pude olvidar su mirada fija y sus ojos clavados en los míos con esa sonrisa pícara que me regaló ese día.
-Apolo, cielo, no te demores más que vamos a llegar tarde –le grito desde la sala para que me escuche bien y a los pocos segundos aparece enfrente de mí-Disculpa cielo, es que no encontraba mi móvil, ¿cómo sigues? ¿te has mejorado algo?-La verdad muy poco, me encuentro bastante mal –llevo ya unos cuantos días enferma, mi estómago duele a cada rato, vomito a cualquier hora, estoy cansada todo el tiempo, hasta he bajado un poco de peso. Por eso es que hoy Apolo y yo vamos al hospital para que me realicen unas pruebas y estudios que nos indicó nuestro médico para descubrir qué es lo que me tiene así, cuál es la causa de tantos malestares-¿Estás nerviosa cielo? Sé que después de que casi mueres los hospitales no se han convertido en tu lugar favorito precisamente-Estoy bien, solo un poco ansiosa –Apolo tenía razón, desde ese entonces no soporto el olor ese particular que tienen los hospitales y la vibra que me transmiten es horrible, no quisiera tener que ent
Ahora me había dejado pensando, yo había tomado la decisión de terminar la relación por lo que pensaba que me estaba haciendo Apolo, pero justo ahora descubría que cada cosa que vi tenían una justificación tal y como me había dicho él, supongo que entonces ya no tiene sentido separarnos solo que tenía todavía esa sensación de estar molesta, ya no con él porque sería absurdo, pero sí con las otras dos por haber ocasionado todo esto, ¿cómo es posible que puedan existir personas tan malas en el mundo que desean hacer daño solo porque sí? Entonces ¿qué respuesta le doy a Apolo?-¿Freya? –me llamó sacándome del lapsus en el que estaba-Perdón, es que realmente no lo sé-¿Cómo que no lo sabes?-No, es que ahora mismo tengo una mezcla de sentimientos encontrados, comprendo que no hiciste nada malo, eso no es lo que me tiene confusa, es que hasta hacía cinco minutos estaba tan molesta, tan triste, tan descompuesta y a eso añádele ahora la sorpresa de lo que me mostra
Llegué a casa de Indra y como siempre, ella tan linda estaba esperándome en el portal, siempre salía a recibirnos, esto solo me dificultaba más el trabajo, yo venía con una coraza de la conversación que acabo de tener con Apolo y las otras dos zorras y ahora, encontrarme con un alma tan noble como la de Indra hacía que mis murallas se derrumbaran sin ni siquiera intentarlo. “Vamos Freya, tienes que ser fuerte, no te dejes apagar, necesitas cerrar este círculo” Me armé de valor y salí del coche directo hacia ella. Llegué y de inmediato me dio un abrazo de bienvenida-Qué bueno tenerte aquí de nuevo, me alegro mucho, pero ¿dónde me dejaste a Apolo? Todavía no se han casado, no me lo puedes secuestrar aún –me dijo con una sonrisa radiante-Indra, Apolo no va a venir, esta vez voy a ser solo yo –le respondí con el ánimo contrario completamente al de ella y al notarlo su sonrisa se desapareció de su rosto-¿Pasa algo Freya? Estás demasiado seria y con un semblante trist
Si un productor de cine llegaba a este local en estos momentos, podía tomar esta historia y convertirla en una telenovela de seguro. No podía dejar de mirar la cara de Apolo, no podía creer que estuviera ahí, ni que lo hubiera descubierto, ni siquiera que le esté hablando de esta forma, nunca antes me había visto así de alterada, para los ojos de alguien que no conociera la historia, yo fácilmente podía ser la mala en todo esto, pero no es así, soy la víctima, solo que en vez de estar llorando por los rincones y lamentándome de todo lo que estaba sucediendo, decidí tomar las riendas por mi cuento. Si Apolo me trata de esa manera, no se merece que yo le tenga compasión.Ayer, incluso después de haberlo atrapado en esa habitación de hotel, de haber escuchado las cosas tan crueles que tenía para decir sobre mí, de haber presenciado y visto besándose con estas dos, le di la oportunidad de que se arrepintiera, de que me dijera la verdad, por qué estaba haciendo todo eso, aunque fue
Me está mirando fijamente y juraría que puedo ver un brillo particular en sus ojos, sé que me lo quiere contar todo, lo sé, solo que está teniendo una lucha interna en su cabeza, no sabe si hacerlo o no. Por favor Apolo, sácame de esta incertidumbre, acaba de decirme que todo tiene una explicación que no me estás siendo infiel, por favor. No puedo dejar de suplicarle internamente, pero sé que como mismo yo puedo saber lo que está pensando con fijarme en su mirada, él puede hacer lo mismo y sabe que prácticamente se lo estoy rogando-Amor, me he dado cuenta que en estos últimos días has estado muy raro, en un inicio pensé que era por todo esto de la boda, pero ahora viendo como estás me doy cuenta que no es por eso, algo más está sucediendo, cuéntame por favor, déjame ser partícipe de todo –no sé de qué otra forma pedírselo, le acabo de suplicar en voz alta, es extraño, pero siento que esta vez no está interpretando su papel, puedo sentir que en realidad está muy dolido, algo l
No puede ser que cuando mejor estoy con Freya, estas mujeres vienen a amargarme la existencia, no lo puedo creer. Estoy seleccionando el menú para la boda con Freya y a mi móvil ya me han entrado cuatro mensajes de texto entre Araya y Valquiria, ya por mucho que quiera concentrarme no puedo hacerlo, me es imposible, solo estoy pensando en que ellas sabían en el lugar en que iba a estar a esta hora y quieren verme*Estamos en el mismo restaurante que tú, antes de irte sube hasta la azotea, vamos a estar esperando por ti, A.*Apolo, no respondiste el mensaje de Araya, supongo que sea porque estás bastante atareado seleccionando tu buffet, aquí vamos a estar, no faltes. ValquiriaNo sé cuál de las dos me disgustaba más en estos momentos, la tarea más difícil, era hacer esto y tener que mirar a Freya a la cara, es tan inocente, no se merece nada de esto, ya ha pasado por demasiados tragos amargos en su vida, pero ya tengo un plan en marcha y no puedo detenerlo, no si q
Último capítulo