—¿Recuerdan a Cristian?
—¿El hijo de puta? —pregunta Matías
Sonríe.
—Sí.
—¿Estás seguro de querer hablar del tema, hijo? —pregunta Antonio.
Ofrece una mirada que se parece a la de Facundo pero con menos fuerza, con menos mística, con menos muerte y más vida.
Es curioso cómo esos hombres precisan de poco o nada para entenderme. De alguna forma saben que aquello tiene relación con Inossa; quien tiene mi vida entre sus manos, y aunque sospechan que ya es momento de charlarlo, prefieren preguntarme.
Bien para constatarlo. Bien para darme un puente y no lanzarme de lleno al recuerdo.
—No.
—Pero debe hacerlo —dice Matías, y yo le agradezco el impulso.
—Lo s