Cassandra se mentalizó y controló el temblor que quería atacarla. Gavel no era aquel alfa y la reacción de su cuerpo no era lo que ella sentía. A la mierda todo y si le daba repulsión, no era él, no era su cabeza, no era lo que realmente sentía, solo eran las feromonas ajenas en su cuerpo queriendo mandar sobre ella y no lo permitiría.
Gavel ante el peso sobre él soltó un gemido de satisfacción. Le gustaba cuando su querida doctora tomaba la iniciativa y vaya iniciativa. Con solo la mención de la palabra sexo saliendo de la boca de Cassandra había comenzado a ponerse duro. Ahora tenía un bulto grande en sus pantalones. Sus manos dudaron ante de tocar los muslos de la mujere y cuando lo hizo la sintió temblar.
Iba a quitar sus manos, pero ella las detuvo en su lugar para que lo siguiera tocando a pesar de la tensión en su cuerpo.
-Esta no es la reacción que tendría contigo. Es condicionado por las malditas feromonas de ese imbécil. No les hagas caso.
-¿Estás segura?- Gavel podría hacer