— ¿Deseas correrte ya? — me pregunto
— Si por favor, siento que ya voy a gritar, por favor Marco dámelo — le decía
— No pequeña, aun quiero escucharte jadear, gritar de placer, gritar mi nombre, escuchar como me suplicas tu orgasmo,---- me dijo
— Por favor Marco, dámelo lo necesito ya ,,ahhh, siii, — le decía
— Señor Torino estamos llegando a su casa — escuchamos por el altavoz al chofer
Marco, apartó sus manos, me ayudo a sentarme, quedando atonita, ya que aun no había tenido mi clímax
— Vístete, no quiero que nadie nos vea desnudos — me dijo
— Me la vas a pagar Marco, ¿porque me haces esto? — pregunte
— Para que en la cama esta noche, te haga disfrutar el doble, eso si Alice, no quiero ver como te tocas, soy tu esposo y soy el que te tiene que hacer terminar de satisfacer tu deseo sexual, me corresponde a mi, tu has empezado, yo lo terminare, anda termina de vestirte, creo que ya hemos llegado — me dijo
— Eres un cabron — le dije mientras terminaba de vestirme, escuchando cómo se r