Cuando Lucia se marcho y me quede sola en mi dormitorio, me dispuse a vaciar las maletas y guardar la ropa en los armarios, dándome cuenta enseguida de que me había dejado en mi casa las pastillas anticonceptivas,
— Dios no, tengo que intentar que Adrian no me toque hasta que tenga las pastillas, — pense, pero sab ia que eso seria completamente imposible si Adrian queria sexo conmigo
Sin más preocupaciones, seguí guardando la ropa que me lleve de mi casa, hasta que de pronto escuche como tocaban a la puerta de mi dormitorio, sobresaltandome al pensar si sería mi esposo que me estaba buscando para el sexo
— Adelante — grité, viendo abrir la puerta a Lucia
— Señora, la cena ya está servida, el señor Wilson la está esperando para cenar juntos en el comedor — me dijo
— Gracias, digale que ya voy — le dije con educación
Después de cenar, me despedí de Adrian marchándome a mi dormitorio ya que él me dejó muy claro que esa noche la quería pasar solo, cosa que agradecí por haberme olvidado d