En unos minutos mi casa se llenó, de policías, los de la morgue,ambulancias, llevándome Marco a mi dormitorio, acercándome Bianca una taza de tila, ya que estaba muy nerviosa y las manos no me dejaban de temblar, teniendo a mi lado a Marco, abrazandome.
Después del funeral de mi nana, me fui a vivir con Marco, ya que me era imposible entrar otra vez en mi casa, mientras Bianca se marchó a vivir un tiempo con sus padres. En la casa de mi ex, me quedaba días enteros encerrada en mi dormitorio llorando como una niña pequeña, hasta que un día escuché tocar a la puerta de mi dormitorio, escuchando la voz de Marco llamándome
— Alice cariño, por favor sal de ahi tienes visita — lo escuche decir
— No quiero ver a nadie Marco, que se vaya — le grite
— Alice, soy William, necesito hablar contigo antes de marcharme — lo escuche decirme, como si de verdad fuera una despedida
Me levanté de la cama, acercándome hasta la puerta para abrirla, viendo entrar a William mientras Marco me miraba con la c