CUANDO ME VAYA. CAPÍTULO 57. Yo lo hubiera amado también
Las armas se levantaron en aquel momento de ambas partes, pero a Kris no le importaba nada de eso. Sus ojos estaban concentrados en aquellas coordenadas que tenía Mitch en las manos y que él no lograba ver. Pero hizo un gesto para que sus hombres bajaran las armas y luego se dirigió hacia sus autos sin decir otra palabra.
Sabía muy bien que no iban a demorar ni un solo instante en ir a buscar a Jana, así que le ordenó a Chenko regresar a la mansión mientras él seguía de cerca a su hermano. Podía pelear con él por la ubicación de Jana, pero le había prometido a la muchacha que no lo lastimaría de ninguna manera.
Muy pronto tomaron una carretera hacia las afueras de la ciudad y a Kris no le fue difícil identificar la propiedad segura del clan Vrabche a la que se dirigían.
Conocía muy bien cada uno de los atajos que lo llevarían hasta la primera casa que había comprado su abuelo; así que su auto derrapó sobre tierra suave y se internó por atajos en un bosque de altos pinos. Aceleró a fon