Dominic estaba realmente frustrado, y mirándola dijo:
—Dios… —las palabras le salieron solas, llevó sus dedos a los ojos y los apretó mientras un suspiro salía de él.
Abigail vio el cambio repentino, evidenció como Dominic se estremecía por alguna situación y su mente comenzó a joderse en ella.
Lo has hastiado, una voz gritó dentro y sintió el estómago revolverse.
—Yo… no quiero molestarlo… no es mi intensión que… —ella soltó sus manos, pero de un momento a otro, Dominic tomó su muñeca enredando sus dedos alrededor de esta.
—¿Qué ocurre? —la pregunta fue tan íntima, y su proximidad era tanta que Abby se quedó sin aliento y sin pensamientos—. ¿Por qué el cambio repentino? —le escuchó preguntar