En realidad, a quien más debía agradecer no era a la suerte, sino a Irene.
Diego terminó de revisar el álbum y organizó sus bienes, pensando en cuáles podía usar como regalo para Félix.
Oh, y también tenía que preparar el anillo de compromiso y el regalo de boda... Bueno, al final podría transferir todos esos bienes a nombre de Irene.
Así, él quedaría sin un centavo y dependería de Irene para vivir. Irene era una persona muy responsable; si llegaba a depender de ella, seguramente no podría resistirse a dejarlo.
¡Sí! ¡Así lo haría! Diego se sentía increíblemente afortunado de ser tan pobre, ya que si le daba todo su dinero a Irene, realmente se convertiría en un arruinado. Así, ella lo mantendría y se haría responsable de toda su vida.
Toda una vida... qué feliz.
Conmovido por la hermosa imagen que había creado en su mente, Diego decidió actuar de inmediato. Contactó a un abogado para consultar sobre los trámites necesarios. Pobre del abogado del departamento legal, que tuvo que trabaja