Capítulo 084. Las consecuencias.
Para liberar la abrumadora carga de todo lo que estaba sucediendo, Yuna salió a correr por los alrededores de su departamento. Sus zancadas no eran un simple ejercicio, sino un intento desesperado de huir de sus propios pensamientos.
Dayann se encontraba en un estado crítico, con una contusión cerebral y múltiples fracturas en el tórax. Su vida pendía de un hilo mientras yacía en coma.
Y luego estaba la muerte de Isaak. Sí, eran enemigos comerciales y su madre podría estar involucrada en el fallecimiento de su padre, pero Yuna nunca le deseó la muerte. Todo se había vuelto terriblemente extraño, como una pesadilla de la que no podía despertar.
Mientras tanto, Anton viajaba pensativo de la mansión al grupo Kalman. En su mente, una y otra vez, se repetía la pregunta: ¿cómo habían terminado Dayann e Isaak en aquel accidente? Algo no cuadraba.
—Dustin, necesito que te mantengas al tanto de la investigación, hay algo mal en ese accidente —dijo Anton con voz tensa—. Y otra cosa: vigila d