Llovía intensamente aquel día de primavera mientras Anton se dirigía con el corazón oprimido entre su espalda y su pecho.
Su madre había agravado en su salud le habían diagnosticado Fibrosis Pulmonar, y por su edad y enfermedades de basé. Los tratamientos no estaban surgiendo efecto.
Anton llegó a su oficina en aquel gran edificio que había hecho crecer solo llevado por un deseo de venganza. Pero ahora se sentía perdido, su madre estaba muy enferma y su esposa lo había abandonado.
De pronto ese fuego que se había apaciguado volvió a tomar control de el, la reciente decaída de su madre se debía al incendio en Génova y cada vez estaba más seguro que algo o alguien había hecho que su esposa se marchara.
¡Señor tengo lo que me solicitó!” lo interrumpió Dustin en sus pensamientos.
“El auto que envío la señorita Ines, fue entregado a un hombre llamado Victor Dunesi, el asistente de Bastian Leroux!”
“¿Estás seguro?”
Dustin asintió “¡Si señor está confirmado, investigue sobre su