Capítulo 080. Las cantantes.
Una hora antes de que Anton llegara, Yuna ya había salido del hotel. Había escogido el qipao no solo por su elegancia, sino porque el diseño cubría por completo su espalda. Nadie podía ver sus tatuajes, una precaución que se había vuelto su obsesión. De hecho, había pasado un día entero con Malena en las tiendas de Moscú, buscando camisetas y blusas que le ofrecieran la misma seguridad.
Al llegar a la gala, Niki la recibió con su habitual y vibrante animosidad.
—¡Yuna!—exclamó, sus ojos brillando al verla—. ¡Tienes el mismo tatuaje que Yalens!
Yuna sonrió de medio lado, una mueca forzada para ocultar el nudo en su estómago.
—Sí, nos pareció tan bonito que decidimos hacérnoslo juntas —mintió, su voz sonando más tranquila de lo que se sentía.
Niki no profundizó más en el tema. En cambio, la tomó del brazo y la presentó a varios artistas y personalidades del medio ruso. Con su impecable y delicada forma de hablar el idioma y sus anécdotas sobre coches de carrera, Yuna se convirt